San José, 07 dic (elmundo.cr) – La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) pegó el grito al cielo al enterarse que con el fin de bajar un 2% el precio de la gasolina y el diésel, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) aumentaría en un 35% el precio del búnker y en un 72% el precio del gas licuado de petróleo.
Enrique Egloff, Presidente de la Cámara de Industrias, señaló que el costo de reducción de la gasolina en un 2% sacrificaría los costos de producción de los industriales.
“Favorecer el consumo y no la producción traerá un alto costo pues llevará a la quiebra a empresas industriales que utilizan búnker y gas licuado de petróleo (GLP), que son los combustibles industriales con los que operan calderas, hornos, quemadores, etc. No puede ser posible que se estén subiendo precios de esta forma y que no se comprenda el gravísimo efecto negativo en el empleo que esto va a causar”, indicó.
“El búnker ya es más caro en Costa Rica, que en toda la región. Además es muchísimo más caro que el gas natural que usan nuestros competidores en países como México, Colombia, Perú, USA, etc”, agregó Egloff.
La Cámara de Industrias de Costa Rica calificó la propuesta de inconsistente, pues conlleva un aumento para los industriales de un 35% en el búnker, mientras en el búnker de bajo azufre que es importado por RECOPE para el ICE baja un 3,66% de precio.
“No es razonable que por costos exagerados de infraestructura de RECOPE en Moín, sea más barato importar un búnker de mejor calidad por Caldera y termine a prácticamente al mismo precio que el búnker importado por Moín de mucho menor calidad”, explicó Egloff.
Por otra parte, empresas industriales que han pensado en el beneficio ambiental, han cambiado sus procesos a gas GLP, y ahora van a enfrentar un aumento de un 72% en ese insumo energético.
“En lugar de incentivar políticas ambientales para las empresas industriales, con este aumento están retrocediendo los avances que como país hemos hecho en materia ambiental empresarial”, agregó Egloff.
“A los industriales costarricenses nos gustaría que bajen los precios de todos los combustibles, que hoy son reflejo de un odioso e ineficiente monopolio estatal y de un carísimo impuesto único de los combustibles; pero no en la forma en que se pretende establecer ahora por la ARESEP, lo cual sin duda tendrá efectos negativos para el aparato productivo nacional”, indicó Egloff.
Para la CICR, el aumento que se desea realizar al búnker y gas licuado de petróleo (GLP), parte de una estructura de costos de RECOPE distorsionada. Dicho aumento se sale de toda proporción y realidad, golpea doblemente a las empresas industriales que en la situación actual del país.
Egloff comentó que las empresas ya enfrentan graves problemas para colocar sus productos en el mercado externo producto de la revaluación de la moneda y los altos costos de energía y combustibles, por lo que el sector industrial no puede soportar esta clase de aumentos, ya que por los altos precios de los combustibles y los constantes aumentos en la electricidad, se ha perdido competitividad y como consecuencia la habilidad de generar empleo.
“Mientras nuestros competidores aprovechan la caída en los precios del petróleo para tener más capacidad de competir, en Costa Rica, con los impuestos y estos ajustes internos de precios, las industrias se verán sometidas a un stress impresionante, que incluso se verá inmediatamente reflejado en pérdidas de empleo y también en una menor recaudación fiscal”, enfatizó.
La Cámara de Industrias de Costa Rica también explicó que la ARESEP puede usar el benchmarking para fijar las tarifas, pero si escoge los costos internos, favoreciendo el consumo y no la producción se afectará el empleo, la exportación y la inversión en el país.
“Hacemos un llamado vehemente a la prudencia, pues no es el momento de proponer semejante aumento al Búnker y GLP, cuando vienen aumentos de la CNFL en un 18%, JASEC en 22%, y del ICE en 8%, que ya por si solos vienen en serio detrimento de la producción nacional. El benchmarking al que ARESEP debería poner atención es el precio del gas natural de los países con los que competimos vía tratados de libre comercio”, dijo en un comunicado la CICR.