San José, 24 may (elmundo.cr) – El presidente de la República, Rodrigo Chaves, señaló que algunos dicen que “los números económicos no reflejan la realidad de un país, obviamente que no”.
Las declaraciones de Chaves se dieron en el marco de la conmemoración del 60 Aniversario del Hospital Nacional de Niños.
El mandatario insistió que “obviamente que los números económicos son nada más un indicador de las cosas que sí importan, porque reflejan la fuerza de una economía, la fuerza de una economía nunca podrá ser el fin, es el medio, es el medio para asegurar lo que verdaderamente importa, lo que sí vale, lo demás tiene precio”.
“Lo que sí tiene un valor intrínseco, verdadero, que es la tranquilidad de nuestras familias, cuando se sientan Lucas y su núcleo familiar a comer tal vez en la mesa de la cocina, y saber que juntos y juntas esos niños van a dormir en paz, y sus padres, porque les espera una vida larga y próspera”, agregó.
Para Chaves “esa es la meta la que debe aspirar una nación, nunca los números económicos son fin, son un medio, pregúnteselo a un venezolano, que hoy tiene $3.06 de salario mínimo mensual, Costa Rica tiene $700, y es el más alto de América Latina, hablan de que hay que ajustar por el índice de precios, paja, Uruguay es mucho más caro y tiene un salario mucho más bajo, Chile es más caro y tiene un salario mínimo más bajo”.
“Pero sí es el medio para asegurarse que estos niños no solo tengan salud, tengan trabajo, tengan comida, no tengan que salir corriendo de su patria, buscando sobrevivir”, agregó.
Chaves comentó que “ya no buscan ni siquiera prosperidad, en los países que en se han aplicado las recetas socialistas, comunistas, destructoras de valor, ellos no buscan prosperar, buscan sobrevivir”.
“Aquí hay muchos irresponsables que quieren que adoptemos políticas públicas que empujen a nuestros ciudadanos a salir corriendo para sobrevivir, sí los vemos y los estamos viendo constantemente”, aseguró.
Según el presidente “la meta más noble a la que debe aspirar una nación es proteger a los más vulnerables, y no hay nada más vulnerable que un niño en el vientre de una madre, que un niño que depende de la sociedad para sobrevivir, ni siquiera prosperar”.
“Nuestra meta debe ser lograr que cada día más niños y niñas ocupen su tiempo precioso, tiempo finito, tiempo otorgado por Dios a jugar y aprender, que tengan las mejores condiciones sociales, económicas y de salud posibles, para poder construir su propia prosperidad personal y la prosperidad colectiva que merece está nación”, concluyó.
