San José, 19 mar (elmundo.cr)- El Ministerio de Salud otorgó la aprobación del medicamento Humira, conocido también como adalimumab, para el tratamiento de la uveítis no infecciosa intermedia y posterior, así como panuveítis en pacientes adultos que han presentado una respuesta inadecuada a corticoesteroides y que necesiten disminuir su tratamiento con corticoesteroides, o en aquellos en los que el tratamiento con corticoesteroides sea inapropiado.
“Esta aprobación marca un importante hito para los pacientes con uveítis, quienes no tenían una alternativa de tratamiento biológico disponible”, dijo Marianella González, directora médica para AbbVie Centro América y el Caribe.
La uveítis es una de las principales causas de pérdida de la visión en el mundo, atribuyéndosele aproximadamente el 10-15% de casos de ceguera total1. La uveítis es la quinta causa de ceguera en Estados Unidos. Sin embargo, en algunos países todavía ocupa el tercer lugar. Pocos estudios han evaluado la prevalencia de la uveítis, y los estimados globales con respecto a la prevalencia de la uveítis varían ampliamente, pero se ha reportado en cerca de 38 casos por 100 000 personas2. La uveítis afecta principalmente a personas en edad productiva, es decir de 20 a 50 años. Se calcula que el costo económico de la discapacidad visual por uveítis es similar al secundario a diabetes.
Es decir, es la inflamación de la úvea que corresponde a tres tejidos en el globo ocular: iris, cuerpo ciliar y coroides y se puede desarrollar súbitamente o de forma insidiosa, bien sea con un enrojecimiento y dolor de los ojos, o con visión borrosa indolora. Además del ojo rojo y dolor de los ojos, otros síntomas de la uveítis pueden incluir sensibilidad a la luz llamada fotofobia, visión borrosa, y manchas flotadoras.
“El diagnóstico y el tratamiento de la uveítis es un verdadero reto para los sistemas de salud, en el que la rápida y correcta identificación es clave para evitar el desarrollo de la enfermedad que puede terminar en daños oculares graves e irreversibles, incluyendo la ceguera. Asimismo, los profesionales de salud debemos buscar opciones de tratamiento oportuno y seguros que actúen con mínimos efectos secundarios. Se debe de respetar el tratamiento escalonado de la uveítis iniciando con los tratamientos tópicos y cambiar a tratamientos sistémicos rápidamente en casos con tendencia a la recurrencia o cronicidad. En muchas ocasiones se debe iniciar directamente con los tratamientos sistémicos desde un principio de la enfermedad. el buen o mal pronóstico visual de la uveítis depende del tipo de uveítis, el grado de la inflamación y la toma de decisiones adecuadas del médico tratante”, indicó la oftalmóloga Mónica Evans.
De modo tal que un caso simple de “ojo rojo,” puede ser un problema tan serio como la uveítis. Si el ojo duele y se pone rojo, debe ser examinado y tratado por un oftalmólogo a la brevedad posible.
Esto se debe a que la uveítis no es una sola enfermedad si no un grupo de enfermedades oculares y sistémicas que provocan inflamación en los ojos. Idealmente, debe ser tratada por un especialista en uveítis y como algunas se relacionan con enfermedades reumáticas lo ideal sería tratar estos casos en conjunto con un reumatólogo.