
Limón, 24 jun (elmundo.cr) – La holandesa APM Terminals, encargada de construir la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM), presiona al Consejo Nacional de Concesiones (CNC) para que intervenga en el caso del Tajo Asunción y le permita utilizar la roca de dicho lugar, para levantar la nueva isla artificial que sostendrá la terminal portuaria.
Kenneth Waugh, director general de APM Terminals en Costa Rica confirmó que su empresa está interesada en la roca del Tajo Asunción por sus características de alta densidad e impermeabilidad. Waugh advirtió que de seguir el entrabamiento a las operaciones en el Tajo, tendrán que recurrir a comprar la piedra en otros países.
El director general de la empresa dijo que han tenido que analizar alternativas diferentes a las de Costa Rica, pero que por desgracia no se cuenta con especificación técnica. A la vez, Waugh dijo que le preocupa la resolución de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) en la que se archivó el expediente del Tajo Asunción, pese a que la propietaria Ecoproyecciones del Nuevo Milenio apelara la resolución.
Róger Barboza, vocero de Ecoproyecciones dijo que de esta forma, el Director General de APM Terminals para Costa Rica está confirmando la importancia estratégica del Tajo Asunción y “ratifica lo que ya nosotros habíamos denunciado ante el Concejo Nacional de Concesiones, en el sentido que el país tendría que importar piedra para hacer esta obra, con el consecuente encarecimiento del costo final, los atrasos que esto conllevará y el perjuicio económico que se causará al país pues ni los transportistas ni otros trabajadores y empresas nacionales se beneficiarían”.
“Se van a eliminar fuentes de empleo y comercio alrededor del transporte, maquinaria, albergue y alimentación para los trabajadores involucrados en la extracción y transporte de la piedra, y además se va a encarecer el precio final de la terminal, a un costo que tendremos que pagar todos los costarricenses”, recalcó Róger Barboza.
El vocero de Ecoproyecciones advirtió que todos estos problemas se están dando porque tanto SETENA como el MINAE han obstruido la operación del Tajo Asunción, atendiendo presiones político-sindicales, a pesar de que la propia SETENA ha reconfirmado que esta cantera no genera ningún daño ambiental.
“Si no existe daño ambiental y si la empresa propietaria del tajo ya certificó la propiedad del inmueble, la única razón para mantenerlo bloqueado es que se está cediendo a enormes presiones de tipo político y sindical, pues sabemos que hay políticos y sindicalistas muy interesados en bloquear la construcción del nuevo muelle de Limón”, expresó Róger Barboza.
“Estos intereses espurios están perjudicando a nuestra empresa, a la provincia de Limón, al país entero y al propio gobierno, pues traer la piedra del extranjero encarecerá la obra, provocará fuga de capital y reducirá empleos previstos cuando la economía nacional más los necesita”, finalizó.