San José, 27 abr (elmundo.cr) – Con el fin de prevenir y atender los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), la diputada del Partido Liberación Nacional, Andrea Álvarez, presentó a la corriente legislativa el proyecto 23.718.
Los TCA se definen como un grupo de afecciones en las cuales las creencias negativas sobre la comida, la forma y el peso corporal se acompañan de conductas que incluyen restricción de la ingesta, atracones, realización excesiva de ejercicio, provocación del vómito y uso de laxantes, que inciden negativamente en la salud mental y física de las personas.
Entre este tipo de trastornos psicológicos se encuentran la anorexia y bulimia nerviosas, la pica, el trastorno por atracón y la rumiación.
La Escuela de Estadística de la UCR realizó un estudio que arrojó como resultado que un 46,1% de las personas encuestadas dijeron estar a favor del enunciado: “los desórdenes alimenticios son por pura vanidad” y el 38,3%, indicó que el “quien tiene un desorden alimenticio es para llamar la atención”.
Esta es una señal de alarma que hace necesario abordar, con educación y, de manera especializada, la Educación Alimentaria Nutricional (EAN).
El Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica ha indicado que, al padecer un TCA “el riesgo de muerte es tres veces mayor que en la depresión, la esquizofrenia o el alcoholismo”, por lo que su abordaje integral requiere reconocer el derecho a la alimentación como un derecho humano y, que esa alimentación sea adecuada.
La legisladora afirmó que “el proyecto pretende facilitar un marco jurídico que permita desarrollar los mecanismos y las herramientas necesarias para prevenir y reducir factores de riesgo, así como atender integralmente los trastornos de la conducta alimentaria,
promoviendo en los habitantes la adopción de hábitos de alimentación y nutricionales correctos”.
