San José, 24 mar (elmundo.cr) – La Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC) le solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) defender la vida del no nacido.
Esto en el marco del análisis del caso Beatriz vs. El Salvador, la Corte IDH analizó este 22 y 23 de marzo si el Estado salvadoreño tiene o no responsabilidad en la presunta violación de los derechos a la vida de la joven fallecida conocida como Beatriz, así como a su integridad personal, a sus garantías judiciales, a la vida privada, a la igualdad ante la ley, a la protección judicial y al derecho a la salud.
La Alianza Evangélica señaló que “lo que se resuelva por la Corte IDH, podría hacer que los países miembros del Sistema Interamericano, incluido Costa Rica, se vean presionados en aceptar el aborto como un “derecho humano”, con todas las implicaciones negativas que esto puede conllevar”.
“Este fallo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte para millones de niños que verían su futuro truncado al dar un paso en favor del aborto, relegando el Derecho Humano a la vida respaldado por la Convención Americana de Derechos Humanos en su artículo 4: “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción””, indicaron.
Además, señalan que “según el artículo 2 del Código de la Niñez y la Adolescencia de Costa Rica establece: “Se considerará niño o niña a toda persona desde su concepción hasta los doce años de edad cumplidos””.
De igual forma la Alianza Evangélica sostiene que:
- La biología afirma que el óvulo fecundado no es la suma de un óvulo y un espermatozoide. Es un ser humano nuevo, original, distinto del padre y de la madre.
- La genética indica que el ADN del óvulo recién fecundado contiene todas las características que tendrá ese humano en etapa adulta. Es exactamente el mismo ser que será en su nacimiento y Sólo necesita que no le impidan y así desarrollar su potencialidad.
- Desde el instante de su concepción, al no nacido le corresponden los derechos de la persona humana, principalmente el derecho inviolable a la vida.
- La defensa de la vida humana requiere fundamentos inquebrantables. El único modo de establecer estos fundamentos, es sostener que la vida humana es sagrada siempre, desde su gestación hasta la muerte natural.
- En relación al tema de la salud, al tratarse de la vida de dos seres humanos, la de madre y la del ser en gestación, la interpretación “salud” debe restringirse a aquellas situaciones en que la afectación de la madre sea grave y conlleve peligro inminente de Pues de lo contario, se pone en riesgo el derecho humano más importante de todos: el derecho de la vida, en este caso, del ser humano en gestación.
- Una interpretación “amplia a la salud”, lo que permite es practicar abortos por un sinfín de causas de menor grado de envergadura, sin un fuerte énfasis en el resguardar la vida del no nacido cuando no está en riesgo la vida de su madre.
“Como el ente que representa a un 25% de la población de Costa Rica hacemos un vehemente llamado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para que en el CASO BEATRIZ EL SALVADOR, se respete y se proteja el Derecho Fundamental a la Vida, especialmente la de los no nacidos y solicitamos vehementemente a la Corte, no renunciar a su responsabilidad de proteger la vida como principal Derecho”, manifestaron.
La Alianza Evangélica aseguró que “creemos firmemente que los valores y principios del Reino de Dios están por encima de todas las cosas, y entre estos está el valor supremo de la vida, la cual defenderemos hasta las últimas consecuencias, ante las posturas de los movimientos anti-vida que atente contra la vida de los más indefensos, los no nacidos, en el vientre de sus madres”.
“Creemos que el trabajo en conjunto de la Iglesia, el Gobierno de la República y la Sociedad Civil, pueden proveer alcance y herramientas a aquellas madres que por diversas circunstancias evalúan el aborto como opción, sin que tengan que acudir a tan terrible y mortal escenario”, agregan.
“Estamos convencidos de que la defensa de la vida la tenemos que llevar al más alto nivel y esperamos que el resultado de las deliberaciones de la CIDH sea realmente en favor de la vida. Seguiremos resguardando el don de la vida, que sabemos, proviene de Dios”, concluyen.
