San José, 8 ene (elmundo.cr) – La dinámica del denominado “Debate de todos” organizado por el TSE y el estatal Canal 13, realizado esta noche en San José, reunió en una sola línea discursiva, con sus respectivas diferencias, al conservador Rodolfo Hernández, el troskista Jhon Vega y la evangélica Stephanie Campos.
Los tres aspirantes a la Presidencia de la República confluyeron, gracias a la estructura del debate, en un arcoíris discursivo, donde cada cual defendió su tesis en función de la familia, la lucha de género y los derechos de las personas de la población LGTBI.
En el apartado de las preguntas entre candidatos, con su respectiva réplica, Jhon Vega, del Partido de los Trabajadores (troskista), preguntó a la aspirante Campos, del evangélico Renovación Costarricense, qué pensaba del movimiento internacional en defensa de las mujeres, cohesionado bajo el lema “ni una menos”.
Vega también consultó a Campos sobre su posición frente a los derechos de las mujeres, alegando que hay una “defensa hipócrita” de las mujeres.
Sin embargo, Campos evadió la referencia a las mujeres y hombres que se cobijan bajo el lema de “ni una menos”, y echó mano al grito de guerra de conservadores y evangélicos en el plano político: “Soy una mujer pro vida”, dijo. y recalcó que la tesis de la defensa de la familia “jamás podría ser una propuesta hipócrita”.
También se dijo orgullosa, a su manera, de ser mujer: “Estoy feliz de representar esa hermosa población”, afirmó.
Campos no omitió señalar que “la mujer ha venido siendo agredida, a nivel biológico, de las leyes y quizá sexual”, un comentario que no fue bien recibido en redes sociales monitoreadas por EL MUNDO. Además, dijo que en caso de llegar al Gobierno, impulsará “cero tolerancia a los hombres que agredan a las mujeres”.
Y montada en ese discurso, la sucesora de Justo Orozco no tuvo empacho en retomar su caballo de guerra: “la vida el el derecho más importante somos pro vida, queremos dar oportunidades a las mujeres”.
Pero de los esfuerzos, a nivel nacional e internacional para promover la igualdad de oportunidades, o de la pregunta sobre el consabido “ni una menos”, lo cierto es que no dijo nada.
Ante esto, Vega, quien durante el debate se mostró como el candidato más aguerrido pese a que su movimiento es imperceptible en las encuestas, lanzó un comentario crítico hacia Campos.
“Ni una menos es una consigna, dos mujeres en promedio mueren al mes, producto de los discursos machistas, necesitamos medidas concretas para combatir esa violencia machista”, dijo Vega.
El candidato del Partido de los Trabajadores dijo que su agrupación propone abrir “centros de acogida y refugios” mujeres agredidas “porque las medidas actuales no protegen a las mujeres”, afirmó, antes de señalar que en caso de universalizar las redes de cuido, “cerca del 120.000 mujeres podrían sumarse a la vida laboral”.
Terminada la réplica, Stephanie Campos debía preguntar a Rodolfo Hernández, del Partido Republicano Socialcristiano, quien se ha caracterizado por su postura conservadora, y la pregunta de la única candidata, fue precisamente en la línea que más ha mascullado el aspirante impulsado por el expresidente Rafael Ángel Calderón.
Campos preguntó a Hernández por su posición frente al matrimonio igualitario y la legalización del aborto.
Hernández, quien llevó el tono más pausado y un tono claramente trabajado, afirmó: “Yo respeto mucho a las mujeres, que son la base fundamental de la sociedad, las que mantienen la vida, y la renovación de la especie humana, el gobierno republicano será un gobierno de respeto a la familia, a la vida, y que no discriminará a nadie por sus diferencias o gustos y que garantizará en todo momento los derechos civiles de todas las personas”.
Y potenciando la palabra familia, Campos le dijo que ella también es pro vida y profamilia.