Por Hannes Breustedt (dpa)
El sector de la televisión está cambiando en Estados Unidos: ante la presión de servicios de streaming como Netflix, los grandes canales de cable se están viendo obligados a revisar toda su oferta.
Con nuevas propuestas como HBO Now están surgiendo alternativas en el sector que funcionan únicamente online. La tendencia se denomina “cord cutting” (cortar el cable) y hay cada vez más estadounidenses que anulan sus contratos de televisión tradicionales por cable y se pasan a alternativas en Internet.
El aumento de las plataformas de video a demanda transformó el paisaje de medios, señala un estudio reciente de la empresa de análisis Nielsen. Firmas como Netflix, Amazon Prime o Hulu, que ofrecen acceso a mediatecas en Internet a cambio de una suscripción mensual, están barajando de nuevo las cartas del sector.
El año pasado, el porcentaje de hogares estadounidenses que utilizan este tipo de servicios aumentó de un 36 a un 40 por ciento. La televisión de pago (PayTV) está perdiendo terreno, sobre todo entre los más jóvenes, que utilizan más las portátiles, smartphones o tabletas que el televisor.
La televisión por cable como la que ofrecen Time Warner Cable, Comcast o DirecTV sigue siendo la más habitual, pero va ganando terreno la propuesta de “cortar el cable”. Por ejemplo ante el anuncio de que YouTube, filial de Google, pronto ofrecerá un modelo bajo pago sin publicidad.
Pero sobre todo se manifiesta en el rápido crecimiento de Netflix. Gracias al enorme éxito de series como “House of Cards”, la empresa de California tiene ya más de 62 millones de clientes en todo el mundo, de los que casi cinco millones se sumaron en el último trimestre. El éxito pone nerviosa a la competencia más antigua y anquilosada.
Grandes canales como CBS y NBC están respondiendo con ofertas para los “cord cutters”, y HBO, el servicio de pago, no puede negar ya tampoco la tendencia. Desde principios de abril ofrece el nuevo servicio HBO Now con series, documentales y películas bajo un modelo de suscripción también a clientes sin contrato con el canal de cable.
Ya no hace falta pagar a gigantes como Comcast para ver las nuevas entregas de “Juego de Tronos” o temporadas completas de clásicos como “The Sopranos” o “The Wire”.
HBO Now se ofrece, sin embargo, en un principio sólo a través de Cablevision y Apple. Pronto le seguirá Sling TV, una plataforma de streaming de la compañía de televisión por satélite Dish. El modelo de HBO, con una tasa mensual de 14,99 dólares, es relativamente caro, ya que por Netflix se pagan 8,99 dólares.
Pero, frente al hecho de que un contrato de televisión tradicional cuesta en promedio 80 dólares al mes, el precio es muy reducido. La oferta que se compra por ese dinero suele incluir numerosos canales de todo tipo pero que menudo es considerada exagerada.
Las grandes empresas no se veían obligadas a ofrecer soluciones más baratas pero “a la carta” porque no había alternativas a su dominio. Quien quisiera ver su serie favorita recibía -a cambio de mucho dinero- cientos de programas adicionales. Esto podría cambiar en breve gracias a Netflix y compañía.
Pese a ello, el mundo de los servicios de streaming también tiene sus lados oscuros. Los proveedores superponen sus ofertas de programas de modo de que los adictos a las series tienen que comprar varias suscripciones. Y además, para tener una buena recepción de imagen en Netflix, HBO Now o Hulu, hace falta alta velocidad de Internet… que por lo general sólo brindan las mismas grandes compañías odiadas por los “cord cutters” y que dominan hasta ahora el mundo de la televisión por cable.