
Canon lanza al mercado una cámara de video 4K con ambiciones también de cámara fotográfica. El corazón del modelo compacto XC10 es un sensor de una pulgada CMOS.
El objetivo, que no se puede cambiar, cuenta con un zoom óptico de 10x. La grabación de video puede realizarse a una tasa de bits de hasta 305 megabites por segundo con una tarjeta de memoria lo suficientemente rápida (CFast 2.0).
Se pueden tomar fotos con una cámara de 12 megapíxeles o bien extraerlas de los videos con una calidad de 8,3 megapíxeles (3.840x 2.160). La sensibilidad se puede regular entre ISO 160 e Iso 20.000 y se maneja a través de una pantalla plegable de tres pulgadas. También lleva conexión para WiFi y puertos HDMI y USB. Recomendada para cineastas independientes, como segunda cámara en producciones o para publicidad y televisión, saldrá a la venta en junio por unos 2.000 euros.