La ciberseguridad se enfrenta a un grave problema mundial: la falta de profesionales

San José, 12 may(el mundo.cr)- Un nuevo problema enfrentan los profesionales de la seguridad informática necesitan refuerzos. Tienen mucho más trabajo del que pueden asumir.

Al menos, eso es lo que sucede en las economías más avanzadas, aquellas en las que ya están aplicando con normalidad las novedades que está trayendo la cuarta revolución industrial: el internet de las cosas, las ciudades y regiones inteligentes, la inteligencia artificial, el aprendizaje de las máquinas, el big data, la computación en la nube, la robótica y un largo etcétera que crece día a día. Según los participantes en una encuesta de la firma Tripwire.

Según su experiencia, no disponen en sus plantillas de los suficientes especialistas para afrontar con las mínimas garantías todas las amenazas que se les presentan. Y todavía hay más. Dos tercios de los participantes en este mismo estudio no ocultan que esta circunstancia entraña un riesgo serio para las empresas e instituciones.

Este extremo explica que prácticamente el 70% de las organizaciones haya adoptado soluciones eminentemente especializadas para compensar la carencia de personal apto. Como ellos mismos señalan, de alguna manera tienen que combatir los ciberataques que son provocados contra las entidades gubernamentales, bancarias, a través de plataformas que, como los celulares, siguen siendo muy vulnerables.

Así pues, la denominada “brecha de habilidades”, es decir, la distancia que separa los perfiles que necesitan las compañías y los organismos públicos de lo que realmente les ofrece el mercado laboral, no significa que se esté dejando de invertir en seguridad de la información. Ni ellas ni sus clientes o usuarios se lo pueden permitir.

Por lo tanto, para quienes cuentan con los conocimientos adecuados, se abre un período más que satisfactorio. A juzgar por lo que se desprende de la investigación llevada a cabo por Tripwire, no les faltarán puestos. De hecho, de acuerdo con esta misma fuente, pueden permitirse el lujo de elegir dónde quieren estar. E incluso de negociar a la alza sus sueldos.
Portales como GoodCall desarrollan periódicamente comparativas entre lo que cobran distintas figuras en unos sitios o en otros.

En el caso de Estados Unidos, este servicio, orientado a la educación para el consumidor, recomienda buscar oportunidades en ciudades que no son grandes capitales como Columbia (en el estado de Maryland), Sioux Falls (Dakota del Sur), Jersey City (Nueva Jersey), Newport Beach (California), Cary (Carolina del Norte), Orlando (Florida), Irving (Texas).

Para quienes cuentan con los conocimientos adecuados, se abre un período de buenas opciones donde podrán elegir dónde trabajar e incluso cuánto cobrar.
La facturación mundial por ciberseguridad ascendió en 2015 a 62.540 millones de euros y se prevé que llegue a 79.292 millones en 2018, según la consultora Gartner.

El Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (ONTSI) tasó esta cantidad en España en casi 600 millones en 2014. Este organismo ha contabilizado más de 530 empresas que se dedican a esta actividad u otras similares o complementarias. Este colectivo, que invirtió unos 80 millones de euros hace un par de ejercicios, da trabajo a prácticamente 6.000 personas, como se apunta desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).

Los analistas prevén que la facturación mundial por ciberseguridad llegue a los 79.292 millones en 2018.Desde Gartner vaticinan que en cuatro temporadas habrá más de 50.000 dispositivos conectados a internet. Este movimiento se traducirá en la generación de 12.000 millones de euros hasta 2020 sólo en Europa.

Las redes eléctricas inteligentes, esto es, la integración dinámica de los avances en ingeniería y en tecnología para mejorar el suministro de esta energía, son un campo prometedor. En Spain, Technology for Life (PDF), por ejemplo, han calculado que en los diez próximos años se destinarán 10.000 millones de euros a este campo. No obstante, si el servicio es vulnerable, las esperanzas se desvanecen.

Emerge de nuevo la necesidad de encontrar profesionales capacitados. En un documento reciente del INCIBE se explicita que, a escala internacional, se está impulsando “la economía independiente (freelance)”, en la que los empleados “se mueven entre distintos puestos fluidamente, provocando importantes cambios en las políticas de inmigración, educación y formación”.

Las redes eléctricas inteligentes son un campo prometedor, pero a los expertos les preocupa que sean atacadas.

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