Por Tobias Hanraths (dpa)
Facebook ha establecido nuevas condiciones generales de uso que, entre otras cosas, le permiten a esta red social recopilar más datos de sus usuarios y elaborar en base a ellos una publicidad personalizada. Sin embargo, Facebook no es la única empresa que gana dinero con anuncios publicitarios personalizados. Otras que recopilan datos son, por ejemplo, Amazon y Google, así como numerosas redes publicitarias. En opinión de Christian Gollner, abogado de una asociación alemana de defensa de los consumidores, estos anuncios personalizados son problemáticos. “Se trata de mensajes publicitarios especialmente seductores con los que se pretende inducir al usuario a actuar precipitadamente”, explica Gollner. Antes de hacer clic en supuestas ofertas especiales, los clientes renuncian, por ejemplo, a una detenida comparación entre precios, por lo que al final pagan demasiado.
Además, puede ocurrir que ciertas ofertas favorables solo las puedan aprovechar algunos clientes, advierte Gollner, al referirse a lo que se llama “discriminación de precios”. “Las empresas saben exactamente cuánto dinero puedo o quiero gastar”, dice el abogado defensor de los consumidores. Por tanto, si usted tiene un interés especial en algún producto y tiene la costumbre de comprar cosas caras, quizás tenga que pagar más. Una opción para impedir la recopilación de datos es la web http://www.youronlinechoices.com/es/. En esta página hay, bajo “Gestión de preferencias”, toda una lista de empresas y redes de publicidad. Haciendo clic en “Eliminar”, los usuarios pueden desactivar la denominada publicidad basada en el uso para cada proveedor individual. Es cierto que después siguen apareciendo anuncios publicitarios, pero ya no de tipo personalizado.
Una alternativa a una visita a la página Your Online Choices son extensiones para navegadores como Ghostery y Blur. Sin embargo, todas las medidas de defensa ante los recopiladores de datos solo funcionan en el navegador individual de cada aparato. Si el usuario se conecta a la red con otro programa o dispositivo, tiene que reactivar la protección. Sin embargo, esta medida no permite bloquear recopiladores de datos fuera del navegador, por ejemplo en apps.
Por tanto, no existe una protección al cien por cien, ni mucho menos, para los internautas móviles, señala Gollner. “Con un smartphone es casi imposible eludir la recopilación de datos”, dice el abogado alemán. “Hoy en día, los usuarios muchas veces ya no pagan con dinero, sino con datos”. Sin embargo, con un poco de esfuerzo al menos es posible limitar el espionaje, por ejemplo esdtudiando las condiciones de uso y de privacidad y renunciando a apps gratuitas con muchos anuncios publicitarios.
