Continuando con las entregas sobre cómo debe coordinarse correctamente la creación de datos (Coordinar la creación de datos), esta semana está relacionado con la importancia de controlar adecuadamente el instrumento aplicado.
Parte 2 de 5: Controlar el instrumento para aplicarlo adecuadamente
En el ciclo de generación de datos, una vez que se han definido con claridad los datos a recolectar y el propósito que se busca alcanzar, el siguiente paso fundamental es asegurar que el instrumento de recolección esté creado de forma correcta para el propósito que se busca con él. Este control se traduce en diseñar, revisar y validar cuidadosamente el instrumento, ya sea una encuesta, un formulario digital, una entrevista o un sensor automatizado, para garantizar que la información recopilada sea precisa, comprensible y útil para los objetivos planteados.
Lo primero que se debe considerar es la pertinencia de las preguntas seleccionadas. Cada ítem del instrumento debe responder exactamente a las necesidades del proyecto, evitando ambigüedades y redundancias o duplicidades que puedan confundir a quienes participan en la recolección de la información. Es recomendable que este instrumento se revise minuciosamente en colaboración con las personas encargadas de la recolección, ya que su experiencia y conocimiento práctico permiten identificar posibles dificultades que pueden pasar desapercibidas en la etapa de diseño.
En este sentido, la realización de una prueba piloto es una acción estratégica que no debe omitirse. Aplicar el instrumento en un entorno controlado, con un grupo representativo de los entrevistados previo a la aplicación final, permite detectar errores, medir la claridad de las preguntas, estimar el tiempo de respuesta y ajustar detalles técnicos, como cambiar, eliminar o reordenar las preguntas. La prueba piloto cumple la función de filtro: identifica y corrige posibles fallas antes de que impacten en la calidad de los datos finales.
El control del instrumento también implica establecer procedimientos claros para su aplicación. Instruir y capacitar a quienes lo aplicarán evita interpretaciones erróneas y asegura que todos los datos recolectados sean consistentes. La estandarización de la aplicación, acompañada de supervisión y retroalimentación constante, es esencial para mantener la integridad y fiabilidad de los resultados.
No menos importante es la adaptación del instrumento a las particularidades del entorno y de las personas participantes. Considerar el contexto cultural, educativo y tecnológico de quienes darán respuesta o manipularán los sensores aumenta la precisión de los datos y la participación efectiva.
Coordinar el proceso de creación del instrumento de recopilación no es solo un paso técnico, sino una actitud proactiva hacia la excelencia en la gestión de datos primarios. Quienes implementan estas buenas prácticas aprovechan de forma íntegra el potencial de la ciencia de datos, promueven la toma de decisiones inteligentes y contribuyen al desarrollo sostenible de sus organizaciones. Aprovechar esta oportunidad está al alcance de todas las personas y organizaciones que deseen avanzar hacia una era donde el conocimiento, sustentado en datos confiables, es la base del crecimiento y la innovación.
En la siguiente semana se profundizará sobre cómo hacer las revisiones de las preguntas con los encuestadores.